El miedo en el parto

miedos

El miedo en el parto

“La alegría de dar a luz está relacionada con las expectativas de la mujer respecto al parto,con su relación con su cuerpo y sus sentimientos acerca del hecho de tener un hij@, con sus esperanzas y miedos más profundos, la aceptación de su nuevo rol el modo en que coordina todas estas emociones y relaciones.”  

(Kitzinger)

El miedo, según el diccionario de la RAE, es una angustia por un riesgo o daño real o imaginario, o la aprensión a que suceda algo contrario a lo que se desea. Es importante poner atención en que el daño es “real o imaginado”, ya que estamos hablando de la percepción de peligro.

En una parte importante, el miedo al parto nacimiento se inscribe en la población a través del discurso médico, esto es algo muy estudiado. La atención obstétrica desde la concepción, el seguimiento del embarazo y en el parto, patologiza este proceso fisiológico de la salud sexual femenina.

Un ejemplo es la llamada “fecha probable del parto”, que se podría llamar perfectamente la “fecha improbable del parto” ya que sólo un 4% aproximadamente de mujeres dan a luz el día que cumplen 40 semanas de gestación, es decir, el día de su fecha probable de parto. La fecha parto depende de si es tu primer parto o no, el tiempo de implantación del óvulo en el útero, las curvas hormonales, la edad de la madre o su peso en el momento del parto. Esta fecha de “caducidad” la vivimos como una presión, a veces del entorno que me pregunta “si he parido ya” cada dos por tres. Además hay una presión médica muy fuerte, el sistema empieza a ofrecer pruebas en mujeres que tienen embarazos normales con criaturas sanas porque simplemente exceden esta fecha de parto. Está demostrado que no se mejoran los resultados maternos y/o neonatales con estas pruebas pero sí aumenta el riesgo de intervenciones y el malestar perinatal materno.

¿Cómo funciona?

El mecanismo que desata el miedo se encuentra en nuestro sistema límbico, que es el encargado de regular las emociones, la lucha, la huida y la evitación del dolor, y en general de todas las funciones de conservación del individuo y de la especie. (García Carrascosa)

Concretamente en el proceso de parto produce el miedo produce:

– Inhibición de la secreción de oxitocina, por tanto genera partos más lentos y más largos.

– Puede llegar a paralizar la evolución del parto.

– Aumenta la percepción del dolor y del sufrimiento.

– Se asocia a partos más instrumentados e intervenidos.

Entendiendo un poco más…..

El miedo es un factor central y fundamental que debe ser tenido en cuenta desde la misma gestación. El miedo al parto en realidad suele ser un miedo, o varios, relacionados con el nacimiento. Hay muchos miedos relacionados con el nacimiento y además cambian de un embarazo a otro. El más frecuente es el miedo al dolor del parto, por eso una de las facetas más importantes en la atención y el acompañamiento en el parto y el nacimiento es el tratamiento del dolor y la atención que se le presta. El miedo y el estrés, tanto antes como durante el parto, son los que más dolor producen. Sin embargo dolor no es sinónimo de sufrimiento, nos puede doler sin sufrir y podemos sufrir sin dolor físico. Un parto con analgesia epidural puede ser vivido con mucho sufrimiento.

Otro miedo muy frecuente es a la violencia obstétrica. Esta violencia se concreta en comportamientos que van desde el maltrato físico (exploraciones continuadas innecesarias; fórceps o cesáreas no indicadas o sin condiciones; episiotomías innecesarias; provocación y aceleración del parto sin indicación… hasta el maltrato verbal (insultar, burlarse, tener actitudes sexistas, racistas… alzar la voz o infantilizar), pasando por la patologización del parto y su consecuente medicalización y tecnificación excesiva. (Payá Sánchez, Martín Badia, 2016)

Además existe el miedo a no ser capaz, a afrontar el momento o los miedos relacionados con la integridad del bebé “¿estará bien?”…. . Las expectativas, tener información veraz, la capacidad de elección sobre mi cuerpo o mi bebé, la experiencia de participar activamente, estar acompañada por la persona de mi elección, etc. son factores básicos en el nivel de satisfacción después del parto. Dependiendo de nuestros miedos hay que buscar estrategias de afrontamiento diferentes, mi recomendación es:

 – Los grupos de preparación a la maternidad, normalmente guiados por matronas, son espacios dirigidos a informar, compartir experiencias y ofrecer apoyo.

– Hacer seguimiento sanitario con profesionales que me den seguridad, confianza y la oportunidad de tomar decisiones sobre el proceso.

– Tener una buena red de apoyo con otras madres

– También recomiendo la información veraz, a través de profesionales de confianza y de asociaciones de mujeres como El Parto Es Nuestro.