¿Qué es la Psicología Perinatal?

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¿Qué es la Psicología Perinatal?

La Psicología Perinatal es una especialidad de la Psicología que se dedica al ámbito de la concepción, embarazo, parto, postparto y crianza durante los primeros años de vida del bebé. Tiene especial interés en el vínculo que se establece entre la madre y su bebé así como la función del padre en este importante proceso. Es su objetivo promover y proteger la salud de la madre y del recién nacido así como de la familia durante este importante periodo.

La persona dedicada profesionalmente a la Psicología Perinatal es Licenciada en Psicología con formación específica en psicología de la salud, y muy concretamente con conocimientos sobre la fisiología y la clínica del período perinatal. Es necesario además tener formación psicoterapéutica específica para realizar intervención terapéutica. Personalmente pienso que es fundamental poseer conocimientos en Psicología de Género, y en el área de la Psicología Evolutiva ya que tenemos en cuenta siempre al bebé.

La psicóloga perinatal trabaja en la prevención e intervención tanto de manera individual como en grupo. Además realiza talleres, formación a profesionales, y en muchos casos también investigación.

Algunos de los temas que puede tratar son las dificultades en la concepción, reducción y/o prevención de ansiedad, miedo durante el embarazo y frente al parto, proceso emocional en el embarazo y el posparto, consciencia e integración del parto y/o cesárea, pérdida gestacional y perinatal, parto traumático, dificultades en la vinculación con el bebé, depresión postparto, aspectos psicológicos relacionados con la lactancia materna, adaptación y crecimiento personal desde la maternidad/ paternidad, crianza etc.

El por qué de la Psicología Perinatal….

La maternidad/ paternidad es un suceso vital que da lugar a una transición, es un periodo que se caracteriza por cambios a nivel emocional, familiar, de pareja, social etc. Convertirnos en madre y/o padre es un acontecimiento trascendental que marca la vida de una persona, que produce una transformación y requiere adaptarse a la nueva situación.

En la actualidad es ampliamente sabido que el bebé nace con sus capacidades cognitivas y motoras dispuestas para, en su primer año multiplicarse exponencialmente. Su estructura cerebral está especialmente preparada para la empatía, el contacto, la conducta social, sentir placer, y sus habilidades básicas para cubrir su supervivencia, la succión, el llanto cuando se separa de su cuidador/a, etc. La genética del bebé se activará mediante la experiencia, por lo que serán importantes sus primeras vivencias, el cuidado que recibe y su entorno.

Por lo tanto comprendemos que este periodo vital en la vida de las personas debe estar protegido y cuidado para que se desarrolle de una manera saludable para todas las personas que lo protagonizan, mamá, papá y bebé.